miércoles, 12 de agosto de 2015

Dear black, dear white

A veces me paro delante de mi querido y pequeño armario, siempre desordenado, porque yo nunca entendí muy bien que era aquello del "orden", y entre el revuelto de camisetas y pantalones, nerviosa porque voy tarde y no encuentro aquello que busco, decido organizar mi "tesoro". Camisas, bien planchadas, a sus perchas, vaqueros, bien doblados, al estante de abajo, justo al lado, las camisetas, zapatos, arriba... Y así todo listo hasta el próximo día en el que me posea esa sensación de "no sé que ponerme" y todo vuelva a ser el estercolero que llama mi madre. 

Ahí, en es momento, en el todo está en su sitio, y una se siente orgullosa de su trabajo y se compromete a mantenerlo, es cuando pienso que mi armario es una vieja televisión en blanco y negro, porque yo no tengo un little black dress, no, yo tengo 6, ni tengo un par de camisetas blancas... No tengo infinitas camisetas blancas, infinitas y únicas, y es que... Estas prendas para mí son las que me hacen feliz, para mi no son fondos de armario, sino ropa con la que me siento cómoda a mas no poder, prendas con las que me siento muy yo, que me puedo poner para cualquier ocasión y que marcan mi estilo, y aunque a veces quizás caiga en una monotonía un tanto descarada, sigo pensando que el blanco y el negro son los primogénitos de los colores, y que cuanto menos, mejor. 

Evidentemente tengo blusas amarillas, pantalones verdes y zapatos rojos.. Sí! Pero nada me hace sentir como mi LBD y mis nikes blancas!





         


Vestido: Zara - Colection Spring-Summer
Zapatillas: Nike force 1 



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martes, 4 de agosto de 2015

AGOSTO

Agosto, me huele a sal, a crema bronceadora, en él se dejan ver diferentes tonalidades de blanco, pieles bronceadas que intentan enseñarlo todo. ¿A mí? pues me sabe a paella, a sandía, a gazpacho andaluz... Agosto se toca, se toca humedad, se toca pegajoso a más no poder; se escucha, no solo le acompaña la canción del verano, sino también algún que otro bichito repelente, olas de mar, cascadas... Para muchos con sabor a "merecidas vacaciones", otros acogen con fuerza la vuelta a la rutina, y otros, por suerte, ni siquiera nos hemos dado cuenta de que Julio ya acabó, y es que Agosto es un mar de historias, de idas y venidas…  debería ser el último mes del año, mi vida cambia mucho mas el primero de Septiembre, que el 1 de enero, Agosto, son 31 días con sabor a domingo,  en los que una pues lo quiere es viajar a más no poder, tumbarse a la luz del Lorenzo todo lo que la piel aguante, y dormir… y aunque queramos hacer mil cosas más… (porque otra cosa no, pero agosto, a primera vista, huele a tiempo libre) todas sabemos que no es posible, que es tiempo de descansar, y de recargar pilas para lo que viene después. 




Vestido Zara (Soldes)
Con amor, C.